30/12/2020
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El Litoral.com Edición del sábado 20 de marzo 2010
Porque todo entra por los ojos
Las vidrieras se consolidan
como herramienta para comunicar el concepto de una marca de moda y generar más
ventas. Con escenografías espectaculares, su función excede la idea de lugar
destinado a exhibir maniquíes vestidos. En adelante, lo que hay que saber sobre
vidrieras y vidrieristas.
TEXTOS. GEORGINA
LACUBE.
Una
imagen vale más que mil palabras, y de esto dan cuenta las vidrieras de hoy.
Paisajes nevados, una selva urbana plagada de animales salvajes, vestidos-globo
aerostático, escena griega con columnas y maniquíes con mayas metálicas,
rascacielos de alguna ciudad cosmopolita, una mesa de té que tienta con sus
delicias, eso sí, detrás de un vidrio que divide la delgada línea entre el
impulso de comprar o no.
En forma directamente
proporcional a un momento en donde todos tenemos algo para comunicar, la
vidriera se afianza por partida doble: por un lado, como un canal de
comunicación y, por el otro, como una estrategia de marketing. ¿El objetivo?
reforzar el concepto de marca (qué es y qué quiere comunicar), y aumentar las
ventas a partir del impacto visual.
Así son, llamativas y
sorprendentes, algunas logradas a base de un abultado presupuesto y otras haciendo
uso de lo que esté al alcance de la mano, pero siempre para intervenir creativa
y funcionalmente un espacio.
Los expertos en el tema
sostienen que una vidriera que no pasa desapercibida es la estrategia de venta
más eficaz para jerarquizar el producto e inducir una compra. Su efectividad
reside en el manejo de estrategias de diseño que operan a partir de dos ejes:
exhibir y seducir, a diferencia de la habitual tarea de colgar prendas y
acomodar productos.
Ámsterdam, París,
Milán, Estambul y Londres son las ciudades relevadas a la hora de conocer las
tendencias en vidrierismo. Un exponente que no se priva de nada aún en tiempos
de crisis- es la tienda Top shop, en Londres, que suele colocar grandes objetos
en sus vidrieras, desde una calesita hasta un auto vintage. Por su parte, Max
Mara y Zara emplean recursos como los objetos blancos (formas reconocibles,
como jarrones, o formas geométricas) que guían la mirada a la ropa.
Pero, ¿quiénes son los
responsables de estas experiencias visuales maravillosas? Los vidrieristas, que
en el mundo hay muchos y talentosos. Con ellos hablamos, entre otras cosas,
para saber cuáles son las tendencias 2010 en vidrierismo y cuáles son los
requerimientos para armar una buena vidriera.
Comercialización
visual
“Toda vidriera debe
entenderse como un espacio 3D (alto, ancho y profundidad) de exhibición
explícita, que puede ser comercial (para vender en un negocio) o cultural (informativa/educativa en un museo o exposición). Su
éxito depende de tres condiciones: llamar la atención; provocar la
curiosidad-deseo; y motivar a su adquisición( material o intelectual).
Hoy ya no se habla de
vidrierismo, sino de “comercialización visual” (concepto que abarca todo el
espacio e interactúa con programación, marketing y arquitectura). Simon Donan
(visual merchandiser estadounidense) la define como el arte de generar deseos.
Los vidrieristas que
destaco son: el americano Gene Moore, y el argentino Jorge Puente. En tanto, mi
escaparate favorito en Buenos Aires es el de Bozart (una tapicería ubicada
en Paraguay y Libertad). Del exterior, Bergdorf & Goodman en 5ta avenida(Nueva
York).
¿Qué se requiere para
armar una buena vidriera? “A mi entender, ideas ( tecnología, significación,
forma-color, función), y conocer las fantasías y pretensiones de los
observadores”.
En relación a las
tendencias 2010, “lo que se viene son las vidrieras tecnológicas (interactivas
y cibernéticas, con ausencia de productos); de climas (sin producto y con
ambientaciones que transmitan emociones, sensaciones, pertenencias, estatus de una tribu urbana); solo de producto (cuando es de una calidad extrema).
Es importante aclarar
que una vidriera es un trabajo artístico y comercial (50 por ciento de cada
uno), no es arte. Como la función es vender y/o educar su concepción no surge de
la inspiración, por el contrario, el proceso de producción está ligado a distintas
variables: clientes, tiempos, presupuesto, época del año, rubro (no todo en el
mundo es ropa, también existen otras cosas), ubicación geográfica, cantidad de
puntos de venta; entre otros. Una vez delimitadas estas variables, lo esencial es
lograr trabajar con absoluta libertad y conocer muy bien los productos y sus
usuarios.
Para comprender la
magnitud de su importancia basta decir que es una carrera en la Universidad de
Palermo. En la Argentina
estamos recién asomándonos a saber de qué se trata, la gran mayoría de los
llamados vidrieristas sólo son cuelga prendas. Hacer buenas presentaciones
aumenta el interés de cualquier marca/negocio o exhibición, el comercializador visual es
una pieza de vital importancia al momento de mostrarse o pasar desapercibido”,
remata Rupert Brocher, profesor del curso Vidrierismo-Visual Display que se
dicta en el instituto Nueva Escuela de Diseño y Comunicación.
Abierto las 24 horas
“Una vidriera es un
vendedor importante (cerca del 22 por ciento de las ventas), vende además las
24 horas si se le da la posibilidad, y constituye la cara del local. Es parte,
también de su imagen corporativa. Los distintos temas que intervienen en ella
son: el marketing, los materiales y la iluminación.
Las vidrieras de Ralph
Laurent y las de Zara son mis preferidas en el ámbito local, aunque son marcas
internacionales. Harvey Nichols, en Londres, también me parece importante
porque marca tendencia.
En cuanto a los
requerimientos, presupuesto y decisión de dejarla en manos de un profesional
son la clave. Por otra parte, el vidrierista además de imaginación o
creatividad, debe conocer profundamente el tema en todos sus aspectos. Saber
por qué vende una vidriera es parte del éxito de todo buen diseño: es necesario
expresar la relación del producto que se expone con los demás objetos del mundo
cultural en el cual se encuentra inmerso, para que el consumidor se involucre
con el mismo.
Las tendencias tienen
que ver con: la expresión de la idea de caos que provocó la crisis, la
sustentabilidad ambiental y cultural, la trazabilidad de los productos, lo
virtual (fotografía, cine), las formas geométricas (ponen orden), lo envuelto,
lo embalado (que expresa lo que la crisis dejó sin vender), el reciclaje y lo
vintage.
Más que inspiración
hace falta conocer el producto tanto en su fase denotativa (forma, función)
como en su connotación (nivel relacional).
A partir de allí, y con
las medidas del espacio y sus características, se diseña teniendo en cuenta las
tendencias que se puedan asociar al producto.
Luego de la aprobación
del proyecto y su presupuesto se procede a comprar y preparar los materiales
necesarios. El proceso culmina con el montaje”, explica Ana Gianella, docente
del curso Diseño de Vidrieras de Espacio Buenos Aires.
Vidrieras memorables
En la Argentina de los años
40, los cuatro locales de la diseñadora austríaca Fridl Loos una exponente del
gaucho-look- fueron auténticas obras de arte conceptual. En ellas concurrían
sus estampados pictóricos y la mirada arquitectónica de su marido. Por ejemplo,
construyó una vidriera con una caja de troncos; en otra combinó vidrio, pasto y
piedras, y hasta celebró la paz en Europa con pájaros, diarios y trompetas.
Por su parte, en los
años 60, la diseñadora Rosa Bailón hacía furor con los escaparates de su tienda
Madame Frou Frou. Algunas de las más celebradas fueron las inspiradas en la
obra de Manuel Puig.
LA NACION |
S C A
Comentario del diario La Nación
sobre la muestra Internacional de Diseño: El Diseño es el Objeto
Feria de los Inventos
Prototipos de maniquíes
IMPEX VIII
NY
UK
ALESSI
Usando maniquíes Metropolis para exhibir trabajos de los alumnos de la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil de todas las cátedras UBA-FADU.
UdeSA
Revista: Ferias y Congresos
Comentario de la revista Comercialización Visual y Diseño de Tiendas (EEUU)
Primer expositor individual Latinoamericano en llegar
EuroShop Düsseldorf, Alemania
atreves de Gemini Mannequins.
Nota del “La Nación” al regreso de la participación en EURO
shop.
Primera participación individual de un diseñador Latinoamericano
en 20 años en la feria trianual.
Hace 35 años, un día, en Banfield me puse mi mejor traje (costumbres de otra época) y fui a “La Capital” a buscar trabajo como Vidrierista. Hice varias presentaciones espontáneas y comencé a trabajar a la semana siguiente en Ferretería Francesa, mega ferretería. Haciendo las 13 vidrieras en la esquina de Carlos Pellegrini y Rivadavia. Las ventas de la sección bazar aumentaron 101%, lo cual provocó que me dieran presupuesto irrestricto. Recuerdo que la noche anterior a las dos primeras vidrieras que hice no pude dormir por la ansiedad y miedo que esa situación me provocaba. Nunca había trabajado de Vidrierista pero me sentía capaz de enfrentar las incertidumbres que planteaba hacerlo. Pensaba que era un buen trabajo para complementar mis estudios de Bellas Artes ya que no me insumiría muchas horas de trabajo. No sabía que trabajaría en este campo ininterrumpidamente hasta hoy, y llegar a adaptarme a los conceptos actuales de comercialización visual, que incluyen muchos elementos de marketing y publicidad, además de los criterios estéticos. Jamás pensé que esta profesión llegaría a ser una de mis principales fuentes de ingresos.
En mis años de formación arte y publicidad eran opuestos, hoy se borran fronteras y son posibles las exhibiciones artísticas.
Desde hace siete años, dicto el curso de “Comercialización visual”: evolución que tuvieron los vidrieristas. Disfruto hacerlo y aprendo muchas cosas de mis alumnos, ellos me ayudan a mantenerme actualizado. El curso prepara a los aspirantes a poder enfrentar las situaciones de exhibición en cualquier rubro. Desarrollamos varias destrezas y muchas situaciones laborales. En cada clase hay elementos de tres tipos: análisis de imágenes, teóricos y prácticos. En estos años he tenido una inmensa satisfacción al ver a mis ex alumnos crecer y tomar confianza en ellos mismos al enfrentar exitosos sus trabajos. No todos se animan a empezar, pero de lo que estoy seguro es que este curso les ayuda a pensar más racionalmente, organizarse y auto valorar sus ideas. Asisten alumnos de diversas edades y nacionalidades y juntos aprendimos a enriquecernos mutuamente.
Hoy hago vidrieras donde experimento la misma emoción que hace 35 años, sin tanta ansiedad pero con el mismo placer y satisfacción de hacer lo mejor posible. Es altamente gratificante para mí pensar que trabajo en algo que me gusta mucho, que esta tarea aumenta y genera ventas y que además puedo transmitir mis experiencias y conocimientos a otras generaciones. Nada me pone más feliz que saber que un alumno me superó. Me emociona y transforma en un ser mas pleno. Hacer exhibiciones creativas, comerciales y/o culturales, alimenta positivamente a los observantes.
Rupert Brocher: Trabaja como comercializador visual para varios comercios y marcas en distintas áreas donde la creatividad y la innovación son elementos esenciales. Profesor de comercialización visual en Nueva Escuela.
rupertbrocher@hotmail.com
Nueva Escuela: es líder en asesoramiento estudiantil, difusión cultural, educación moderna e inserción laboral desde el año 1970, pero siempre actualizándose a las necesidades de las nuevas generaciones de estudiantes que necesitan otros elementos y enfoques de vanguardia.
www.nuevaescuela.net
Diario "La Nación" 15 de Julio 1992
IDO CALCANA
Obra ternada a la restauración arquitectónica del año por el TIAU .
Restauración Integral de la Decoración y diseño de elementos suntuarios (Alfombras Tejidas que repiten los estucos de las paredes, Telas Jacquard para cortinas y tapicería, Muebles, Arañas), a partir de la realización de una investigación histórica del Inmueble, que dio como resultado el año de su construcción (1918) y el autor del mismo Arq. Alejandro Christophersen.
Años 1990/1991 Buenos Aires. Petit Hotel Alvear 1780. Ex Polo Ralph Lauren
Editorial: Retail Reporter Corporation
WORLD SPORTS CAFÉ
Asesoramiento para la construcción de memorabilias al estudio de arquitectura.
Diseño y montaje de las mismas.
Blog de Nueva Escuela
Rupert Brocher |
Hace 35 años, un día, en Banfield me puse mi mejor traje (costumbres de otra época) y fui a “La Capital” a buscar trabajo como Vidrierista. Hice varias presentaciones espontáneas y comencé a trabajar a la semana siguiente en Ferretería Francesa, mega ferretería. Haciendo las 13 vidrieras en la esquina de Carlos Pellegrini y Rivadavia. Las ventas de la sección bazar aumentaron 101%, lo cual provocó que me dieran presupuesto irrestricto. Recuerdo que la noche anterior a las dos primeras vidrieras que hice no pude dormir por la ansiedad y miedo que esa situación me provocaba. Nunca había trabajado de Vidrierista pero me sentía capaz de enfrentar las incertidumbres que planteaba hacerlo. Pensaba que era un buen trabajo para complementar mis estudios de Bellas Artes ya que no me insumiría muchas horas de trabajo. No sabía que trabajaría en este campo ininterrumpidamente hasta hoy, y llegar a adaptarme a los conceptos actuales de comercialización visual, que incluyen muchos elementos de marketing y publicidad, además de los criterios estéticos. Jamás pensé que esta profesión llegaría a ser una de mis principales fuentes de ingresos.
En mis años de formación arte y publicidad eran opuestos, hoy se borran fronteras y son posibles las exhibiciones artísticas.
Desde hace siete años, dicto el curso de “Comercialización visual”: evolución que tuvieron los vidrieristas. Disfruto hacerlo y aprendo muchas cosas de mis alumnos, ellos me ayudan a mantenerme actualizado. El curso prepara a los aspirantes a poder enfrentar las situaciones de exhibición en cualquier rubro. Desarrollamos varias destrezas y muchas situaciones laborales. En cada clase hay elementos de tres tipos: análisis de imágenes, teóricos y prácticos. En estos años he tenido una inmensa satisfacción al ver a mis ex alumnos crecer y tomar confianza en ellos mismos al enfrentar exitosos sus trabajos. No todos se animan a empezar, pero de lo que estoy seguro es que este curso les ayuda a pensar más racionalmente, organizarse y auto valorar sus ideas. Asisten alumnos de diversas edades y nacionalidades y juntos aprendimos a enriquecernos mutuamente.
Hoy hago vidrieras donde experimento la misma emoción que hace 35 años, sin tanta ansiedad pero con el mismo placer y satisfacción de hacer lo mejor posible. Es altamente gratificante para mí pensar que trabajo en algo que me gusta mucho, que esta tarea aumenta y genera ventas y que además puedo transmitir mis experiencias y conocimientos a otras generaciones. Nada me pone más feliz que saber que un alumno me superó. Me emociona y transforma en un ser mas pleno. Hacer exhibiciones creativas, comerciales y/o culturales, alimenta positivamente a los observantes.
Rupert Brocher: Trabaja como comercializador visual para varios comercios y marcas en distintas áreas donde la creatividad y la innovación son elementos esenciales. Profesor de comercialización visual en Nueva Escuela.
rupertbrocher@hotmail.com
Nueva Escuela: es líder en asesoramiento estudiantil, difusión cultural, educación moderna e inserción laboral desde el año 1970, pero siempre actualizándose a las necesidades de las nuevas generaciones de estudiantes que necesitan otros elementos y enfoques de vanguardia.
www.nuevaescuela.net